"Será la primavera que florece la que invade mi alegría o puede algo corriente en un instante hacerse sobrenatural..." Y es que, por mucho que las estaciones cambien sin caer en la cuenta de que el t·i·e·m·p·o pasa, lo que pasa, es la primavera y, dejando a un lado la sangre alterada, los fines de semana se convierten en páginas en blanco al volante. Y me supera.
Las 36 preguntas se convierten en uno de los temas de reflexión y las miradas cómplices a través del retrovisor no tienen nada que envidiar a las vistas de la España profunda.
El camino tiene su fin en la costa, en la de Valencia, porque allí nos ata un presente caprichoso, que cada vez nos sorprende más.
La primavera supone planear casi todos los fines de semana para pecar de turistas en la playa: los madrileños llevamos el traje de baño en la maleta en cualquier escapada desde principios de marzo. Que no se nos escape ni un rayo de sol, uoh, oh, oh.
Esta vez un Smart cuatro puertas nos llevaba todo recto hasta The Fitzgerald, donde remataríamos los planes del fin de.
Pero por mucho que planificamos... Siempre terminamos en el mismo punto.
La vida.
SiL