Último día de la pasarela masculina. No hay dolor. Todavía quedaban dos desfiles por delante (de dos debutantes) e infinitas ganas de ver lo que nos traían. Propuestas que cerraron con un broche de oro esta segunda edición. Atentos.
Altona Dock
Aquí se refuta incondicionalmente lo importante que es contar sobre la pasarela con un buen estilismo, que en este caso corría a cargo de Jesús Cicero, habitual de revistas como GQ.
La firma, aunque con origen en Australia a consecuencia de un viaje, se define española, como su creador, Ángel Ortega, quien nos demostró que el color no está reñido con los hombres que saben vestir. Hombres que en este desfile que arrancó el aplauso de todos los invitados se encontraban en una aventura en el Polo Norte, de ahí que sus complementos fuera piolets, palas, cuerdas, la marca de las gafas (en el llamativo maquillaje) y demás artilugios de supervivencia. Eh, pero sin abandonar el punto street del estampado tartán, las camisas de cuadros y el vaquero, que en Altona Dock rematan con estratégico patchwork.
Belgrave 1820
Aunque a muchos les sorprenda, esta firma cuenta tan sólo con un año de vida, pero no por ello se achicó en lo que podríamos denominar como su presentación en sociedad.
Al ser su primera vez en el circuito de MFShow Men y a modo de introducción, Belgrave 1820 mostró todo lo que es capaz de hacer (y hacerlo muy bien): desde el homewear más confortable (que incluye hasta mantas) hasta esmoquins o chaqués de impecable factura, sin olvidarnos del amplio rango de opciones del que dispone el armario masculino.
Una vez hechas las presentaciones, mr. Belgrave 1820 se presenta como un tipo elegante pero sin esfuerzo, que gusta de los clásicos, pero también de incluir ciertas pinceladas de tendencia en sus prendas, que en este caso se revelaron en entallados trajes cruzados o de botonadura sencilla de un solo botón.
Take care,
Javo
*Fotos: Alfredo Arias