Hoy volvemos a prepararnos. Volvemos a ser esos preparatory o alumnos preuniversitarios de la Ivy League americana que con su estilo desenfadado (para aquella época) y sus corbatas a rayas revolucionaron, primero, la concepción del uniforme y, después, la de la moda masculina de mediados del siglo XX.
Y digo que nos preparamos porque tras la Semana Santa y sus días de verano anticipado, sacamos de nuevo la gabardina y afrontamos, ahora de verdad, la primavera que la sangre altera y que sus lluvias nos deja. Configuramos un armario de entretiempo en el que se combina la transición entre el crudo invierno que dejamos atrás y el que será el caluroso estío.
Claro, ante la inestabilidad siempre llega la incertidumbre, y frente a ello no hay nada mejor que recurrir a lo seguro, al uniforme que nunca falla, al preppy que pusieron de moda aquellos prep(aratory) y que se configura como baza ganadora para transitar la nueva temporada.
Líneas clásicas socialmente aceptadas que incorporan cortes slim para quitarles el olor a naftalina de nuestros abuelos. Un tradicional renovado que sirve de comodín y que yo prefiero con factura made in Europe y firma española, como la de El Ganso, que después de conquistar la arteria comercial masculina en el número 15 de la calle Jorge Juan, estrena nuevo templo preppy en la calle Serrano, 46, adueñándose así de todo el distrito de Salamanca (y situándose más cerca de mi oficina, lo que constituye un gran peligro).
El estilo de vida de un hombre que, por su imagen, proyecta una preocupación por la estética, la cultura y el ámbito intelectual, algo que en España parece que nos sale bastante bien (al menos desde 2005 gracias a El Ganso). Porque si bien fueron los estadounidenses quienes lo inventaron, fueron japoneses e ingleses los que dieron continuidad a esta imagen atemporal.
Total look: El Ganso; Zapatos / Shoes: TenKey: Pisacorbatas / Tie Bar: vintage
Take care,
Javo
*Fotografía: Manuel Ordovás