Una serie que dejó huella a todo el planeta y que hizo que todos conociéramos esa ciudad del condado de Los Angeles sin ni siquiera haber estado allí. Muchos conciben su código postal como el punto de encuentro de los optimistas que consiguen lo que se proponen o de aquellos que sueñan paseando por sus calles colmadas de palmeras y frappuccinos de Starbucks.
Cuando el destino, o una convergencia de casualidades, hicieron que me viera a mí misma (allá por el 2010) caminando por Rodeo Drive, una sacudida de esas que explican en las películas invadió mi estómago y me hizo apreciar cada segundo al límite.
No he tenido la suerte de volver, pero señales constantes me aseguran que poco falta para bañarme en Santa Mónica. Como esta luz que había el otro día en Las Rozas Village, un entorno con un guiño americano que "ay".
Gafas de sol: ZARA old/ Top: Bershka new/ Shorts: Lefties new/
Poncho: Bárbara Torrijos new/ Medias: Wolford/ Zapatos: Uterqüe old/ Nails: OPI Nail Envy
SiL